Votaremos NO a la nueva Comisión Europea de Juncker

Finalizadas las audiencias a los comisarios, hoy miércoles está previsto que tenga lugar en el Parlamento Europeo la votación de la nueva comisión presidida por Juncker. EQUO, a través de Primavera Europea, al igual que el Grupo de Los Verdes Europeos en bloque, votaremos en contra de dicha comisión. Las principales razones son: que consideramos escandalosamente pequeño el protagonismo de la sostenibilidad en la nueva comisión, por la equivocada la atribución de varias carteras, empezando por la Comisión de Energía y Acción Climática al cuestionado Miguel Arias Cañete, y por la ausencia total de paridad.

Florent Marcellesi, portavoz de Equo en el Parlamento Europeo y miembro de Primavera Europea, coalición integrada en Los Verdes, ha destacado que «no podemos apoyar una comisión que otorga un carácter secundario a la política ecológica. En particular las acciones contra el cambio climático, que están hoy en manos de Cañete, un hombre que tiene conflictos de interés en el sector petrolero y es bien conocido en España por haber participado en el gobierno que más ha recortado las energías renovables. No es un comisario creíble: es el zorro cuidando el gallinero.

Con el nombramiento de Cañete, pero también con el del inglés Hill o del húngaro Navracsics, la ciudadanía europea ha asistido a un triste espectáculo que tarde o temprano pasará factura. Son las personas equivocadas en los puestos equivocados. Y están donde están porque populares, socialistas y liberales han intercambiado sus cromos, prefiriendo votar tapándose la nariz, que arriesgarse a perder poder dentro de la nueva comisión.
Si bien la Comisión Europea se ha politizado considerablemente y el proceso de audiencias consideramos que ha sido un ejercicio positivo, las políticas marcadas por la nueva comisión van en su gran mayoría en sentido contrario al que defendemos desde Los Verdes: Más austeridad traducida en recortes de derechos sociales o mantener la fe ciega en el crecimiento económico a cualquier costa. Este planteamiento nos traerá más crisis ecológica y de valores, y nos lleva a profundizar en la desigualdad, esto es, más injusticia social a corto y largo plazo. No aceptamos que se aplace el momento de tener una política seria contra el cambio climático, ni la paridad de mujeres y hombres en el reparto de carteras.

A juzgar por las líneas directrices de la nueva comisión, Juncker sigue pensando que tenemos un planeta B».