El supuesto “motor económico” de la comunidad es responsable de la destrucción de nuestra salud y nuestro futuro. Pero además, ni siquiera es sostenible económicamente y nos expone a multas millonarias por parte de la Unión Europea.
En La Sotonera (Huesca), 915 personas conviven con 14 explotaciones porcinas con capacidad para 46.733 animales. Allí, en la pedanía de Lierta, se han tenido que acostumbrar a vivir sin agua potable. Desde Verdes Equo Aragón recuerdan que, lamentablemente, no es un caso único: casi el 30% del territorio aragonés ha sido designado como Zona Vulnerable a Nitratos. Silvia Mellado, portavoz federal de Verdes Equo, considera que la DGA todavía no ha tomado consciencia de la magnitud del problema: “estas cerca de 1,5 millones de hectáreas contaminadas equivalen a prácticamente la suma de las Comunidades de Madrid y País Vasco juntas y la toxicidad no va a desaparecer rápidamente, menos ante la falta de medidas”.
Ante esta realidad, D. Fernando Laguna, Director General de Seguridad Alimentaria se ha visto forzado a admitir como ciertas zonas ya no admiten más densidad porcina. Tristemente, estas mismas declaraciones han resultado ser una oportunidad perdida, ya que poco antes afirmaba que “hay zonas en las que se puede seguir” o que “el potencial sigue existiendo”. Silvia Mellado se muestra contundente ante la supuesta “ideologización de la carne” con la que finalizaba sus declaraciones el Director General: “En Aragón se producen diariamente unos 45 millones de litros de purín y ese purín no desaparece cuando se entierra en los campos: ese purín nos lo bebemos y lo respiramos. Es obvio que el desarrollo de este sector no puede ser infinito porque ni caben infinitos cerdos ni podemos absorber infinitos millones de litros de purín. Hay que marcar límites a este modelo de desarrollo por responsabilidad. En la Comisión Europea lo saben y por eso ya se emitió un dictamen con amenazas de multas millonarias a este respecto”.
Además, Héctor Tejel, coordinador del partido en Aragón, destaca la incapacidad del modelo porcino actual para generar desarrollo o asentar población en el medio rural: “El negocio se construyó sobre una falsa ilusión causada por los brotes de Peste Porcina Africana en las granjas chinas. La enfermedad ya ha pasado y China está creciendo rápidamente su producción, reduciendo sus importaciones un 17% el último año. Si a eso le sumas las crecientes dificultades para la producción derivadas de los costes climáticos, el negocio resulta ser una ruina”.
Sobre la despoblación recuerdan como tres de cada cuatro municipios con ganadería industrial pierden más población que los que no tienen estas instalaciones. “Es normal – afirma Silvia Mellado – frente a un modelo de ganadería centrada en los negocios familiares, con buenas condiciones laborales y asentados en el territorio, estás macroexplotaciones se concentran en pocas instalaciones de muchas cabezas de ganado y con peores salarios”. “En Aragón contamos con muchos recursos para mejorar las posibilidades del mundo rural, pero necesitamos basarnos en políticas pensadas en el medio y largo plazo, consensuadas con la población local” sentencia Tejel. Citan como ejemplo la economía social, la industria cultural o la economía del «donut», prioridades del programa político del partido.
“Desde Verdes Equo Aragón aportamos alternativas que se han demostrado eficaces para un desarrollo económico, social y ambiental más respetuoso y ofrecemos de forma sincera la mano para trabajar por el bien común. Blanquear las macrogranjas no va por este camino y es urgente que empecemos a cambiarlo”.