Florent Marcellesi, coordinador de Ecopolítica y miembro de Equo.
Artículo publicado en Público, el 9 de mayo, Día de Europa.
Urge más y mejor Europa. No por capricho, ni por mera ideología, sino por necesidad.
Ante todo, no podemos dilapidar una de sus mayores conquistas: la paz y solidaridad entre los pueblos europeos. Esencial para enfrentar la gran depresión económica actual con criterios de justicia, así como para seguir construyendo un espacio de convivencia pacífica y apoyo mutuo, este legado se ve lastrado por una aguda crisis política y democrática transnacional. Sin embargo, la falta de liderazgo y problemas de gobernanza en la Unión Europea (UE), los egoísmos de los gobiernos nacionales —que utilizan a nivel doméstico la UE como chivo expiatorio para diluir sus propias responsabilidades— o la complejidad y poca transparencia del entramado institucional europeo —que le alejan de la ciudadanía de a pie— no son ninguna fatalidad. Tampoco es ninguna fatalidad el pésimo balance social y económico de estos últimos años. Los 26 millones de personas sin empleo en la UE de los 27, las nefastas políticas de austeridad y sus recortes en educación, sanidad y demás servicios públicos, la socialización de las perdidas de la banca y las deudas
Source: Florent Marcellesi