Desde la Red Equo Mujeres y con motivo del día 8 marzo, os presentamos nuestro Manifiesto Ecofeminista en el que recogemos nuestros principios y valores y refleja nuestro compromiso con el movimiento verde y feminista y nuestra solidaridad con todas las mujeres luchadoras en este día.
¡FELIZ 8 DE MARZO!
Qué es el ecofeminismo para la Red EQUO Mujeres?
El ecofeminismo amplía la teoría y la práctica feminista al introducir la perspectiva de cómo la dominación de la naturaleza y la dominación de las mujeres están relacionadas, y por tanto deben ser analizadas y consideradas como parte de un todo que es el sistema capitalista heteropatriarcal. Hoy en día existen una diversidad de análisis (ecofeminismos) que tratan de explicar esta interconexión.
Muchas de estas corrientes comparten ciertos rasgos que asumimos en la Red EQUO Mujeres :
- Se trata de un pensamiento y una praxis comprometidos con la transformación social y económica. Se trata de construir un modelo alternativo de desarrollo humano o buen vivir.
- Introduce la dimensión de la explotación de la mujer en los países empobrecidos y por las relaciones entre la política internacional y la explotación de recursos y personas.
- La crítica a la ciencia y la tecnología -tecnologías nucleares, agrícolas, alimentarias-, como únicos elementos emancipadores que se convierten en un fin en sí mismas y no un medio para mejorar la calidad de vida
- Las preocupaciones ecofeministas se extienden en muchos casos también hacia el ámbito de los estudios pacifistas, relacionando la violencia contra las mujeres y la dominación de la naturaleza
- Las relaciones que existen entre variables como el género, la raza o la clase socioeconómica y la dominación de la naturaleza.
Para interpretar y explicar cómo el sistema patriarcal maltrata y sobreexplota la naturaleza al tiempo que establece una relación de dominio sobre las mujeres, y también al buscar un modelo alternativo, en la Red EQUO Mujeres adoptamos una postura constructivista, que se aleja del esencialismo.
El ecofeminismo esencialista atribuye a mujeres y hombres distintos modos de ser y sentir como algo inherente a las diferencias biológicas que les separan: las mujeres se caracterizarían por un erotismo no agresivo e igualitarista y por aptitudes maternales que las predisponen al pacifismo y a la preservación de la Naturaleza. En cambio, los varones se verían naturalmente abocados a empresas competitivas y destructivas.
El ecofeminismo constructivista ha insistido en el carácter histórico, construido, de la racionalidad dominadora patriarcal. En las sociedades patriarcales, a raíz de la opresión de la mujer y la aparición de los roles de género, se crea un marco conceptual a nivel cultural (valores, creencias, actitudes..) que funciona como una lente a través de la que todas las relaciones de dominación y subordinación se ven como legítimas. Estas relaciones acaban reproduciéndose en todos los demás sistemas. Es decir, las personas que son educadas en un rol de dominio e interiorizan como valores el machismo, la violencia, la competencia, el poder, el abuso o el egoísmo; tienden a reproducir y normalizar estos valores en su trato con el mundo y en todas las actividades que emprenden. No podemos obviar que existen muchas formas de patriarcado, y no todas se encuentran en la misma fase de desarrollo, pero a largo plazo el patriarcado engendra el desarrollismo, y éste a su vez trae consigo la crisis ecológica.
En esta perspectiva se integran nuestros principales referentes teóricos dentro del ecofeminismo como son Petra Kelly, Alicia Puleo, Yayo Herrero o Karen Warren. Desde esta visión constructivista, transformadora e integradora, nuestras reivindicaciones incluyen el empoderamiento de las mujeres y la superación de los roles de género para crear una sociedad pacífica, equitativa y sostenible que garantice una vida mejor tanto para la humanidad como para el resto de las criaturas del planeta.
¿Qué aporta el ecofeminismo a los feminismos tradicionales ?
El ecofeminismo desde esta posición constructivista ofrece un espacio poliédrico de reflexión que invita a trabajar por la igualdad y los derechos de las mujeres desde una visión holística sumamente necesaria para hacer frente a los retos globales a los que nos enfrentamos.
El enfoque ecofeminista establece un principio de interdependencia entre todos los sistemas sociales que contribuye a que la protección y el cuidado de nuestro medio se alimente del contrato social entre géneros. Se trata de cuestionar, analizar la cadena de causas, y aportar soluciones viables a las dinámicas de dominación y explotación que aniquilan nuestro entorno lentamente.
En este sentido, consideramos que la naturaleza soporta el mismo eje de exclusión y dominación que sufrimos las mujeres como colectivo. El patriarcado y el neoliberalismo económico se alían para perpetuar un modelo de relaciones jerárquicas a todos los niveles y sostener un orden desequilibrado de privilegios y desigualdad en el reparto de la riqueza natural y la vida.
Desde nuestra posición ecofeminista tratamos de no plantear análisis parciales a nivel social, cultural, político o económico, y por lo tanto, se hace necesario un análisis transversal que ponga en relación estos sistemas. El ecofeminismo constructivista debe alejarse de las reivindicaciones que apuntalan el sistema capitalista y de género y construir un espacio integrador y dialogante que establezca las bases de un nuevo modelo relacional, sociocultural y político, pero también económico.
Por lo tanto, desde nuestra visión ecofeminista no podemos hablar de igualdad y equidad sin señalar los peligros de nuestro modelo de desarrollo actual, sus efectos sobre el medio en el que habitamos, y la relación intrínseca de supervivencia que nos conecta a él.
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