Los PGE 2018 van contra el medioambiente y nos alejan de la transición energética

Desde EQUO, miembro de Unidos Podemos, consideramos que los presupuestos presentados por Montoro van en contra del medioambiente y de la lucha contra el cambio climático, profundizan en el abandono del mundo rural y alejan a España de una transición energética hacia un modelo sostenible

A pesar de que los presupuestos 2018 en materia medioambiental y de mundo rural recogen un ligero aumento en términos globales, sin embargo siguen suponiendo un recorte del 9,4% por debajo del presupuesto que tenía asignado en 2012.

Ese recorte se acumula “preocupantemente” en algunos programas clave. En este sentido, denunciamos que la lucha contra el cambio climático se ha reducido presupuestariamente en 58,5% desde 2012, y un 89% desde 2009; tal como ha declarado nuestro diputado Juantxo López de Uralde, “Con las palabras, el PP nos habla de una preocupación por el cambio climático, pero la realidad es que las políticas están ancladas en los tiempos del primo de Rajoy”.

Así mismo, López de Uralde ha criticado duramente que unos presupuestos, que aumentan las partidas dedicadas al “cemento y el hormigón” con nuevas inversiones en infraestructuras que tienen que ver con la gestión hidrológica, reduzcan las partidas relacionadas con la calidad del agua, como la depuración de las aguas residuales “precisamente cuando hay abierto un expediente y unas multas impuestas desde la UE por este motivo”.

En referencia al mundo rural, destaca negativamente, que pese a la problemática de la despoblación y al anuncio de la creación de un comisionado para el reto demográfico en enero del año pasado, el Gobierno otorgue a este comisionado un presupuesto de cero euros; al igual que sigue sin presupuesto la Ley sobre desarrollo sostenible en el mundo rural, aprobada hace 10 años. Igualmente, el Programa Nacional de Seguros Agrarios, sigue estancado por tercer año consecutivo, a pesar de que esta es la principal medida política de apoyo a los agricultores y ganaderos en su capacidad de adaptarse al cambio climático.

Por último, en relación con las políticas energéticas, consideramos que los presupuestos no son los adecuados para impulsar la transición energética y un nuevo modelo productivo descarbonizado, López de Uralde ha criticado que “los presupuestos no reflejan una apuesta decidida por la necesaria transición energética”, ya que, entre otras cosas, las energías renovables continúan sin tener la consideración presupuestaria necesaria; lo que supone además, no tener en cuenta el potencial de creación de empleo que suponen las energías limpias. Igualmente, las cantidades asignadas a los planes de compra de vehículos eléctricos siguen siendo insuficientes, especialmente teniendo en cuenta que las ayudas asignadas en los anteriores presupuestos se agotaron en cuestión de días. Es importante resaltar también la ausencia total de programas ni partidas destinados a combatir la pobreza energética.