Manifiesto común del Partido Verde Europeo

En un proceso común los representantes de los partidos miembros del PVE (Partido Verde EuropeoI) dentro de la Unión Europea trabajaron en la elaboración del borrador de un manifiesto común para las elecciones europeas.

En la Convención electoral del PVE celebrada en Bruselas el 22 de febrero de 2014 los delegados de los partidos miembros del PVE aprobaron por unanimidad el Manifiesto para 2014.

ESTIMADA CIUDADANA EUROPEA / ESTIMADO CIUDADANO EUROPEO:

Queremos que participes en las próximas elecciones al  Parlamento Europeo que tendrán lugar del 22 al 25 de Mayo, y queremos que tu elección sea verde.

Este año se cumplen 100 desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial y 57 desde que el Tratado de Roma marcó el inicio de lo que ahora es la Unión Europea. La unificación europea ha liberado al continente de siglos de antagonismo y guerras. Ha inspirado la supresión de dictaduras y regímenes autoritarios. Ha hecho posible la reconstrucción económica de sus Estados miembro a través de la justicia social, y nos esta haciendo pioneros en sostenibilidad medioambiental. Cada ampliación de la Unión ha enriquecido nuestra cultura, ha hecho que nos reconozcamos entre europeos, haciéndonos formar parte a todos del desafiante proyecto común. No cabe duda de que la construcción de la Unión Europea ha sido un logro histórico.

EUROPA ESTÁ AHORA EN UNA ENCRUCIJADA

Los verdes creemos que Europa es nuestra casa común y nuestro futuro. Pero ese futuro está en peligro. Si hemos de preservar los logros de la Unión Europea y mejorarlos, ahora es el momento para una sustancial reorientación política y una renovación democrática de la Unión Europea. Para salvaguardar ese futuro común queremos cambiar Europa fortaleciéndola. Por ello abogamos por más solidaridad, más sostenibilidad y más justicia. Luchamos por una democracia europea más fuerte. Si damos lugar al populismo, al nacionalismo o al chovinismo económico, ninguna región, país o parte de Europa seguirá siendo o conseguirá ser prospera por sí misma. En un mundo globalizado, solamente trabajando juntos tenemos una oportunidad de enfrentarnos con posibilidad de éxito a los importantes retos sociales, medioambientales y de seguridad que tenemos por delante. Necesitamos cooperación económica justa que respete nuestras responsabilidades ecológicas. Necesitamos solidaridad dentro y entre nuestras naciones. Necesitamos una democracia sólida. Debemos seguir unos valores, defendiendo nuestros derechos y nuestra libertad nacional e internacionalmente.

LA CRISIS CREA IRA Y ANSIEDAD – NOSOTROS QUEREMOS ESPERANZA Y SEGURIDAD

La desregulación neoliberal ha creado mercados financieros impulsados únicamente por la avaricia y el cortoplacismo que han ocasionado la crisis financiera global que aún nos acompaña. La crisis ha amenazado o destruido muchos logros sociales, democráticos y económicos y como consecuencia el concepto mismo de la Unión Europea está siendo puesto en duda ante un sentimiento creciente de frustración, miedo e incluso ira. La medicina de la austeridad que ha sido prescrita a países en crisis durante ya algunos años ha incrementado la división social y la injusticia, ha puesto en riesgo el bienestar de muchos de nuestros conciudadanos, socavado la capacidad de prosperar de nuestras sociedades y, de manera crucial, ha debilitado la democracia. Hoy en día el 25% de los europeos están en riesgo de pobreza o exclusión social; 27 millones están desempleados, incluyendo a uno de cada 5 jóvenes europeos. Los más vulnerables acaban pagando el precio más alto por la crisis. No es sorprendente que esta injusticia agite el miedo y la ira a través de nuestro continente. Aunque compartimos esa ira queremos convertirla en esperanza.

Nuestro modelo económico no es sostenible. La crisis medioambiental persiste. La reiterada incapacidad para llegar a un acuerdo mundial en las conferencias sobre el clima demuestra cómo de lejos nos encontramos de evitar un cambio climático catastrófico. El cortoplacismo y la estrechez de miras de los intereses de los lobbies siguen prevaleciendo. Europa es esencial para construir la sociedad más sostenible, democrática e igualitaria sociedad que reclamamos. Piensa en ello: Contener la fuerza de los mercados financieros y de las corporaciones globales, luchar de manera efectiva contra el fraude y la evasión fiscal, transformar el suministro energético europeo para combatir un cambio climático desbocado… Todos son ejemplos de acciones urgentes que están más allá de la capacidad de incluso los más grandes de entre los Estados miembro. Necesitamos cooperación en la UE para enfrentarnos de manera efectiva a estos problemas.

La transformación que defendemos debe ir de la mano de una refundación democrática. Queremos una Unión Europea pionera en una democracia más directa y participativa. Instituciones de gobierno como la Comisión Europea o el Banco Central Europeo han de responsabilizarse de sus actos. La UE debe ser una democracia multinivel eficaz que respete la subsidiariedad y haciendo de la diversidad uno de sus mayores atributos.

TU VOZ IMPORTA – LUCHEMOS POR UNA ALTERNATIVA EUROPEA

Queremos que te unas a nosotros en la lucha por una transformación económica, política y social que conseguirá un futuro próspero sobre la base de un desarrollo sostenible y un renacer verde para nuestra industria. Con políticas coherentes y continuadas se pueden  generar inversiones y muchos trabajos verdes, aportando empleo decente y con salarios justos, derechos para los trabajadores, más movilidad económica, desarrollo regional y con más oportunidades para las pequeñas y medianas empresas. Insistimos en un plan energético europeo, que mitigará el cambio climático: Sí a las energías renovables y a la eficiencia energética, sí a la eliminación gradual de la energía nuclear y del carbón y no al fracking. Todo esto es parte de nuestro “New Deal” Verde.

Los verdes somos leales defensores de la responsabilidad medioambiental. Ayúdanos a dar una paso firme contra aquellos de la derecha o de la izquierda y de los lobbies que prefieren bloquear el progreso. Exigimos políticas agrícolas más sostenibles y hemos tenido un papel importante en la reforma de la política pesquera de la UE. Defendemos más transparencia y responsabilidad corporativa, Hemos defendido de manera continuada los derechos de consumidores y ciudadanía. El medio ambiente es también una responsabilidad social. Si lo destruimos, destruiremos la base de nuestra economía y nuestro bienestar.

Nosotros los verdes nos movilizamos bajo el estandarte de la justicia social contra la exclusión social, de la sostenibilidad contra la austeridad. Queremos vivir como hombres y mujeres para los que la seguridad y las oportunidades no son solo historias del pasado. En este momento, sin duda, ¡Europa ha de cambiar de rumbo! Queremos luchar contra el desempleo juvenil, contra la pobreza y la indigencia y contra la falta de esperanza. Allá donde los Estados miembro rehusan o fallan a la hora de dar respuesta, unidos como ciudadanos europeos podemos avanzar. Construyamos una Europa social.

Creemos que la emancipación y las libertades individuales están en peligro. Piensa en el espionaje masivo organizado por estados y por entes privados en internet, o en la violación de los Derechos Humanos de minorías como pueden ser los migrantes, la comunidad LGTB+ o la romaní. No debemos tolerar la discriminación de ningún tipo ya sea por sexo, raza, color de piel, origen étnico o social, características genéticas, idioma, religión o creencia -política o de cualquier otro tipo-, pertenencia a cualquier minoría nacional, por propiedad, nacimiento, diversidad funcional, edad, orientación sexual, identidad de género o cualquier otro pretexto. La igualdad de género es un principio fundamental de la UE. Sin embargo hay una enorme brecha entre el reconocimiento de un derecho, su garantía legislativa y su implementación efectiva. Los verdes apoyamos un doble enfoque para la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento femenino: Transversalización de las políticas de género y objetivos claros y vinculantes para la consecución de la igualdad de género en todos los niveles.

Necesitamos una carta de derechos digitales para garantizar, también en la era digital, nuestras libertades ya alcanzadas. Ayudamos a acabar con el peligroso Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA) que amenazaba nuestra libertad. Defendimos el derecho al agua ante las presiones para su privatización. Esto son luchas por los valores fundamentales de Europa.

Nosotros los verdes queremos revitalizar la democracia europea que se ha visto debilitada por el poder de los lobbies y la estrechez de miras de los gobiernos nacionales, por el poder dado a tecnócratas no sujetos a una rendición de cuentas democrática y por populistas que juegan a alimentar la culpabilización del otro. El Parlamento Europeo ha de ser fortalecido y tener control sobre las políticas que la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) persiguen dentro de la llamada “troika”. La ciudadanía ha de ser escuchada y tener un papel más activo a través de la democracia directa. La UE debe actuar allá donde se necesita actuar con una voz común sin por ello alejar la toma de decisiones de la ciudadanía. Esto incluye rechazar el excesivo “lobbying”. También queremos más democracia de género: más mujeres en las instituciones europeas y en los consejos de administración de las empresas de la UE.
No deberíamos evitar compartir la soberanía, ya que es la única forma de mantenerla; lo mismo para el caso de la unión bancaria, el impuesto sobre transacciones financieras y la lucha por la justicia fiscal y contra la evasión de impuestos y los paraísos fiscales. La UE debe seguir una política de buena vecindad en nuestras fronteras y más allá. Esto incluye no cerrar las puertas a la ampliación. Promovemos la justicia global, el comercio justo, la protección de los derechos humanos, la prevención del conflicto por medios civiles y la resolución de conflictos multilateral. Europa ha de ser un hogar para los refugiados, no una fortaleza. Una Europa con responsabilidad global es mejor para el mundo y para nosotros mismos.

TÚ ELIGES

Como voz directamente elegida de la ciudadanía europea, el Parlamento Europeo es, junto con los gobiernos nacionales, quien elabora leyes relacionadas con asuntos que afectan nuestra vida cotidiana, desde la seguridad laboral hasta la innovación, desde la defensa del consumidor hasta la política medioambiental, desde seguridad alimentaria y la protección de los animales hasta la protección de datos y la igualdad de género. Muchos proyectos locales y regionales para el desarrollo sostenible y la inclusión social dependen de la financiación que reciben de Europa. Nosotros los verdes marcamos la diferencia en el Parlamento Europeo. Queremos continuar con más fuerza. Para ello necesitamos tu apoyo.

Ayuda a cambiar Europa, ¡elige verde!

EUROPA NECESITA UN “NEW DEAL” VERDE

Durante la actual crisis, la Unión Europea no ha cumplido con sus promesas frente a una gran parte de su ciudadanía. Y ha estado de todo menos unida en como cambiar para mejor. Esto es por lo que los verdes proponemos una nueva estrategia.

Los europeos deberíamos unir nuestras fuerzas, que es eso lo que significa soberanía, para moldear nuestro propio futuro. En lugar de una austeridad socialmente sorda y  medioambientalmente ciega, proponemos tres caminos coherentes hacia la sostenibilidad: combatir el desempleo, la pobreza y todas las formas de injusticia social; transformar nuestras economías con innovación y soluciones eco-eficientes para hacer frente al cambio climático y a la degradación medioambiental y remodelar el sector financiero para que sirva a la economía real. A esto le llamamos un “New Deal” Verde europeo:  Un Nuevo Acuerdo Verde Europeo.

SOLIDARIDAD, SOLIDEZ Y SOSTENIBILIDAD

No queremos que la UE ni sus Estados miembro dependan de un nivel de deuda que sea excesivo y pese sobre las generaciones futuras. Esto incluye llevar la deuda financiera, sea pública o privada, a niveles sostenibles y asegurar que financia inversiones creadoras de valor y sostenibles. Esto requerirá en algunos casos una reestructuración de deuda pública y privada. Igualmente, debemos atender a la deuda social: reduciendo el desempleo, la pobreza y las desigualdades, mejorando la sanidad y la educación. Ello necesita de grandes esfuerzos de inversión. Por último pero no menos importante, hace falta atender la deuda medioambiental: afrontando el cambio climático, el agotamiento de los recursos finitos y la pérdida de biodiversidad. Necesitamos un medio rural vivo, con agricultura sostenible y áreas rurales económica y socialmente vibrantes así como abundantes poblaciones de peces para sustentar a las comunidades costeras.

Siendo líderes mundiales en innovación y aportando soluciones que hagan posible una buena vida para todas las personas mientras se respetan los límites de nuestro planeta, encontraremos la clave de una nueva dinámica económica para el empleo y la prosperidad. Rechazamos el llamado pacto de competitividad, ya que conllevaría recortes salariales, reducción de los sistemas de bienestar social y privatización de los bienes públicos. La sostenibilidad fiscal ha de ir de la mano de sostenibilidad social y ambiental igualmente fuertes; y los hombros más fuertes deben llevar la carga más pesada. La austeridad, tal como se nos ha impuesto en la reciente crisis económica, nos lleva en la dirección contraria.

PONIENDO LOS CIMIENTOS DE UNA EUROPA SOCIAL

La justicia social es un valor fundamental en Europa y sin embargo, para un número creciente de personas, la adversidad se ha convertido en su realidad cotidiana. Los verdes europeos creemos en políticas que hagan frente a los niveles crecientes de desigualdad y somos firmes en la idea de que no puede haber ciudadanía de segunda en la UE. Es por tanto esencial tener en cuenta los impactos sociales de las políticas, como son la desigualdad y la pobreza.

Uno de los principales elementos de injusticia es el desempleo, sobretodo el desempleo juvenil Medidas que prometen mejoras, como la Garantía Juvenil, no serán efectivas si no están bien financiadas y sobre todo acompañadas con una fuerte política de creación de empleo. Europa ha de poner fin al “dumping” social, contratos sin horario, trabajos con salarios muy bajos y contratos de prácticas injustos. Nosotros los verdes defendemos una mejora gradual estableciendo estándares sociales mínimos en concordancia con las condiciones y modelos laborales nacionales, en particular en términos de calidad y seguridad en el trabajo, salarios, sanidad pública y pensiones. Queremos avanzar hacia una mejor portabilidad de las prestaciones sociales mediante la introducción de una Tarjeta social Europea con estándares altos y vinculantes que agilicen los trámites administrativos a través de los diferentes países haciendo que una genuina ciudadanía europea sea más real.

Queremos que el Banco Central Europeo incluya en sus objetivos la estabilidad financiera y macroeconómica, así como la creación de empleo. Es más, para impulsar la creación de empleo en Europa, debemos trabajar más hacia un mercado común plenamente operativo particularmente en lo referente a la libre circulación de trabajadores y servicios.

Defendemos la inclusión de una clausula de progreso social en el marco jurídico europeo que ponga el énfasis en la construcción de una Europa social. El equilibrio social a través de Europa debe afrontar la amenaza de la fuga de talento -especialmente joven- desde las regiones más afectadas por la crisis y de la explotación de trabajadores migrantes, respetando a la vez el derecho fundamental a la libre circulación de personas. Los verdes soñamos con ver el desarrollo de nuevos instrumentos para mitigar las grandes diferencias provocadas por los ciclos económicos, incluyendo las tasas de desempleo. Los verdes promovemos la emancipación de la mujer en la sociedad y en la economía. “Igual salario para igual trabajo” debe ser un estándar en toda Europa, al igual que la representación proporcional de mujeres en los consejos de administración. Tener una familia o compartir trabajos de cuidado no deberían ser obstáculos para tener un buen trabajo, tanto para hombres como para mujeres. Para luchar contra la discriminación por edad, los verdes nos oponemos a cualquier límite de edad para el acceso a servicios públicos y defendemos el establecimiento de estándares efectivos en los sistemas de pensiones en todos los Estados miembro. Consideramos que el reinicio de una Europa social está estrechamente ligado a un diálogo social revitalizado donde las organizaciones empresariales y las sindicales asuman su responsabilidad. Debemos promover los convenios colectivos transnacionales en Europa para las compañías multinacionales.

CONTROLANDO EL MUNDO FINANCIERO

Cinco años tras el arranque de la crisis financiera, nuestro sistema sigue dominado por entidades bancarias demasiado grandes o demasiado interconectadas como para caer, y por lo tanto demasiado peligrosas. Los rescates a los bancos han costado miles de millones de euros a los contribuyentes europeos. Esto no debería ocurrir nunca más. Queremos promover un sector financiero debidamente dimensionado, diverso y resiliente que sirva a la sociedad y ayude a desarrollar inversiones sostenibles en la economía real. Proponemos reglas estrictas que separen las actividades de los bancos que resulten esenciales para la sociedad de aquellas que no. Los verdes hemos contribuido de manera destacada en la lucha para garantizar que se excluyan del mercado europeo las actividades y productos financieros que no aporten un beneficio a la economía real y tengan el potencial de desestabilizar el sistema financiero. Las autoridades deberían poner en práctica esta posibilidad. Sólo los productos financieros que demuestren ser beneficiosos para la sociedad deben ser autorizados. Nuestras iniciativas han prohibido la especulación directa sobre las deudas soberanas, han limitado los bonus de los banqueros, han forzado a los bancos a declarar sus actividades en paraísos fiscales y han aportado una rendición de cuentas más democrática a la supervisión bancaria ejercida por el BCE. Los verdes estamos orgullosos de estos logros.

Ahora debemos seguir construyendo a partir de esos logros. Queremos garantizar que los consumidores reciben información independiente y fiable sobre todos los productos financieros. La legislación sobre los servicios financieros no debe permitir una mayor concentración del poder en este sector en detrimento de entidades bancarias pequeñas y sostenibles. Defendemos una Unión Bancaria europea, combinando una supervisión  común de nuestros bancos, una autoridad común y fondos para reestructurar bancos que quiebren, así como un sistema de garantía común para depósitos de hasta 100.000 Euros o valor equivalente. Las instituciones de la UE deben contribuir a limitar el cortoplacismo financiero que limita la asunción de riesgo sostenible en la toma de decisiones sobre inversiones estratégicas.

FINANCIACIÓN PÚBLICA: IMPUESTOS JUSTOS Y EFECTIVOS

Actualmente, la carga de los impuestos recae desproporcionadamente sobre las personas con ingresos bajos y medios y sobre las pequeñas y medianas empresas, mientras cerca de 1 billón de Euros anuales se pierden a través del fraude y la evasión fiscal. Nuestro objetivo es restaurar la justicia y la eficacia fiscal. Queremos reducir la carga de los impuestos en el trabajo e introducir la presión fiscal en la contaminación y generación de residuos. Haremos todo lo posible por instaurar el impuesto sobre las transacciones financieras a pesar de la gran oposición que existe contra este plan por parte de poderosos grupos de presión. Dado que queremos que las grandes corporaciones empresariales y los ciudadanos con gran poder adquisitivo contribuyan con la parte que les corresponde, defendemos un enfoque común desde Europa para los impuestos sobre el patrimonio, incluyendo el establecimiento de tipos mínimos. Por último, impulsamos una ofensiva común contra la evasión de impuestos, el fraude y los paraísos fiscales, empezando por poner fin al secreto bancario. En lo referente al gasto, los verdes también luchamos de forma explícita contra el derroche y los gastos dañinos ecológicamente, como por ejemplo los subsidios a los combustibles fósiles o a programas como el ITER (en español Reactor Termonuclear Experimental Internacional). Son necesarias acciones clave para asegurar la sostenibilidad de las finanzas publicas como gestionar conjuntamente la deuda pública acumulada, estableciendo un fondo de amortización de deuda y creando gradualmente instrumentos de deuda comunes (Eurobonos) bajo un marco de disciplina fiscal  común, claro y realista. Para reactivar las economías en crisis y preservar la unión monetaria, defendemos el aumento del presupuesto de la UE, financiado principalmente por recursos propios, y la creación de instrumentos de financiación solidarios dirigidos a financiar la recuperación económica.

EL RENACER DE LA INDUSTRIA PARA UNA EUROPA SOSTENIBLE

Queremos transformar la economía europea en un líder global en eficiencia energética y en el uso de otros recursos, basado en tecnologías menos intensivas en consumo energético y en energía renovables así como en la mejora de la manera en que gestionamos, usamos, reutilizamos, reciclamos, sustituimos y valoramos los recursos. Queremos que la eficiencia y la eco-innovación fundamenten las políticas y las inversiones en todos los sectores de la economía. Esta ofensiva verde creará muchos puestos de trabajo de calidad para trabajadores de alta y de baja cualificación en diferentes industrias. También mejorará la resiliencia económica futura. La industria no debe seguir falsas premisas como el uso de fracturación hidráulica para extraer gas del subsuelo o convertir comida en combustible. En cambio debe ser una de las piezas claves de esta transformación verde orientada hacia la innovación mediante la promoción de: normativas de eco-diseño, contratación pública, ayuda estatal, inversión privada, fomento de las pequeñas, medianas empresas y cooperativas, mayor inversión en investigación, desarrollo y educación, promoción del emprendimiento y en particular emprendimiento social, buenas relaciones industriales, democracia en el lugar de trabajo y lucha contra los intereses particulares de las grandes corporaciones. Estos deben ser todos elementos en nuestro esfuerzo.

Queremos fortalecer los sindicatos, y el derecho de trabajadores y trabajadoras a participar de manera equitativa en la toma de decisiones. Nuestra política comercial internacional debe sostener un renacimiento industrial sostenible en Europa desde el respeto y la solidaridad con nuestros socios en todo el mundo. Un proyecto particularmente destacable en este contexto es la creación de la “European Renewable Energy Community” (Comunidad Europea de Energía Renovable), para ayudar a acabar con nuestra adicción a los combustibles fósiles. 

UN PLANETA, ¡NUESTRO HOGAR!

PONIÉNDOSE SERIOS CON EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA CRISIS ECOLÓGICA

El cambio climático y la pérdida de biodiversidad representan una amenaza para las sociedades de todo el mundo. La crisis ecológica ha sido eclipsada por la actual crisis económica, pero la situación se está agudizando cada vez más con el potencial colapso de los ecosistemas, poniendo en riesgo nuestra forma de vida. En 2013 consumimos hasta agosto más recursos de los que la Tierra puede renovar en un año.

Ya no queda ninguna duda acerca del papel del hombre como causante del cambio climático, ni de las catastróficas consecuencias de no hacer nada. El planeta está cerca de alcanzar el punto de no retorno, y sin un cambio radical en los sistemas de producción y consumo, el perjudicial cambio climático puede convertirse en irreversible. Sin embargo, hay soluciones que pueden ofrecer grandes beneficios económicos, sociales y para la salud.

EL CLIMA EN EUROPA Y LA LEY DE ENERGÍA

Queremos una legislación integral europea de clima y energía, coherente con nuestra justa aportación a los esfuerzos globales, basada en los límites legales de emisiones y en sanciones que garanticen el cumplimiento de los objetivos climáticos. Esto crearía incentivos para la transformación económica sostenible y así evitar el peligroso cambio climático. La cumbre de Naciones Unidas en París en 2015 (COP21) ha de traer un acuerdo global vinculante. El tiempo corre y es necesario que la UE, junto con los Estados miembro, desempeñe un rol de liderazgo en las negociaciones para asegurar compromisos de todas las partes. Esto también significa aumentar los actuales y obsoletos objetivos de reducción de emisiones para 2020, pasar del 20% al 30% en relación con los niveles de 1990 y establecer un objetivo para reducir aún más estas emisiones, al menos en un 55% respecto de los niveles de 1990 con el fin de llegar a una sociedad carbono-neutral en 2050.

Las restricciones legalmente vinculantes representan la medida más efectiva para disminuir la contaminación y las prácticas contaminantes. Pero ell Régimen de Comercio de derechos de Emisión de la Unión Europea (EU Emission Trading Scheme – EU ETS) debe ser reformado radicalmente para que sea una herramienta eficaz. Si no se puede lograr, los verdes promoveremos unos precios básicos nacionales de emisiones. Las instituciones públicas, las empresas y especialmente el sector financiero han de ser alentados a desinvertir en activos tóxicos para el clima. Las subvenciones públicas para inversiones en combustibles fósiles deben llegar a su fin.

Queremos invertir en redes de energía europeas que conecten la producción de energías renovables en distintas zonas del continente, aumentando de esta forma la seguridad energética y reduciendo costes.

Una política energética coherente, basada en ahorro de energía, eficiencia energética y energías renovables es el único modo de lograr una casi plena economía basada en las renovables para 2050. Por ello son esenciales los objetivos nacionales vinculantes en eficiencia energética y energías renovables. Hay que reducir el consumo de energía por encima del 40% los próximos 15 años y, al mismo tiempo, las energías renovables, con exclusión de agrocombustibles, deben ser impulsadas para asegurar el 45% de nuestro consumo energético en 2030. Esto no es esencial únicamente para limitar el calentamiento global a no más de 2ºC por encima de los niveles pre-industriales, sino que también tiene sentido económico: estimular la actividad económica, la creación de puestos de trabajo y reducir la dependencia de las costosas importaciones europeas de combustibles.

La energía nuclear es cara y peligrosa, incrementa el peligro de propagación de armas nucleares y no tienen ningún papel que desempeñar en el mix energético de Europa. Seguiremos diciendo “¿Nuclear? ¡No, gracias!” y renovaremos nuestro compromiso por acabar con este tipo de energía, asegurándonos de que las emisiones de CO2 no aumenten por ello. Debemos cerrar las centrales más peligrosas de inmediato, acabar con los subvenciones directas e indirectas e insistir en que las operadoras existentes tienen toda la responsabilidad por los daños y lluvia radiactiva de accidentes nucleares.

LA SOSTENIBILIDAD ES LA CLAVE

La sostenibilidad ha de ser el eje en que se centre cualquier decisión económica importante. Queremos que la protección del medio ambiente y la biodiversidad y el desarrollo sostenible sean una prioridad internacional. Proponemos la creación de una Organización Mundial del Medio-ambiente (World Environment Organisation), combinando y expandiendo el papel que juega cada uno de los distintos agentes del sector existentes actualmente en la ONU. No podemos medir la calidad de vida única y exclusivamente en términos monetarios: necesitamos nuevos indicadores para complementar y ampliar el Producto Interior Bruto (PIB) como medida de prosperidad sostenible y bienestar.

El variado entorno natural en Europa es hermoso y tiene un valor más allá del monetario. Los verdes sabemos que desarrollo sostenible significa administrar nuestros recursos de manera eficaz de forma que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos puedan tener un planeta habitable en el que vivir. Estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades consumiendo recursos naturales a un ritmo en que no se pueden renovar, así como ensuciando el aire, la tierra y el agua con productos contaminantes. Queremos reducir nuestra huella ecológica y el consumo de recursos y  asegurar que los bienes materiales sean adecuados para reutilizar, reparar y reciclar en lugar de diseñados desde el enfoque de usar y tirar. El objetivo final sería una sociedad de circuito cerrado en la que los residuos no peligrosos de un sector se convierten en materia prima para otro.

PRIORIDAD PARA EL TRANSPORTE VERDE

La aviación y el transporte por carretera son grandes fuentes de gases de efecto invernadero, contaminación y ruido. El volumen actual de los combustibles fósiles usados para el sector del transporte no sólo tiene un impacto fuertemente negativo para la salud pública y el medio ambiente, sino que también hace que la UE dependa de las importaciones energéticas y esté expuesta al aumento de los precios. Debemos cambiar a medios más seguros y menos perjudiciales para el medio ambiente como vías de agua navegables, bibicleta, transporte público colectivo y ferrocarril. Hay que poner especial énfasis en la competencia en condiciones equitativas entre los diferentes medios de transporte. Debe haber una red europea que complete los enlaces que faltan en las conexiones tanto regionales como de larga distancia, de modo que se pueda llegar más fácilmente en las aglomeraciones urbanas y regionales. Las actuales conexiones ferroviarias transfronterizas han de tener prioridad frente a carreteras y aviación, especialmente para el transporte de mercancías. La mejora de la eficiencia energética de los automóviles ayuda a reducir la factura de combustible de los ciudadanos europeos  y mejora la calidad del aire. También queremos impulsar la innovación, convirtiendo bicicletas eléctricas, tranvías y trenes, coches eléctricos, basados en fuentes renovables en una opción atractiva.

PROTEGER LA SALUD Y LA SEGURIDAD

Junto con las organizaciones de la sociedad civil, los verdes hemos conseguido guiar las agendas medioambientales del Parlamento Europeo, dando forma a las medidas de seguridad para productos químicos, pesticidas y biocidas. Apoyamos medidas para reducir la contaminación del aire que es la mayor causa de muerte prematura. Estamos empujando fuerte para tener mejores controles sobre los residuos electrónicos y peligrosos, químicos y pesticidas vertidos en nuestros sistemas acuáticos y sobre el uso de la nanotecnología en cosméticos, medicinas, alimentos y biocidas, así como para reducir la exposición a sustancias que afectan negativamente a nuestro sistema hormonal.

Continuaremos nuestra campaña contra la peligrosa y perjudicial práctica de extracción de gas pizarra y otros combustibles fósiles no-convencionales. Es hora de prohibir el gas pizarra y por tanto hacemos un llamamiento para una inmediata prohibición de la fractura hidráulica (fracking). El fracking contamina nuestros acuíferos y el medio ambiente con los productos químicos utilizados en este proceso. Las fugas de metano producidas durante la extracción contribuyen al cambio climático. Por otra parte, los beneficios económicos han sido sobrevalorados exageradamente, con unas tasas de producción que caen rápidamente después del primer año de extracción, causando auges y caídas económicas en las comunidades locales.  Queremos establecer zonas libres de fracking en toda Europa, siguiendo el exitoso modelo “libre de Organismos Genéticamente Modificados” (GMO-free).

ALIMENTOS COMESTIBLES, NO COMBUSTIBLES

El combustible hecho a partir de productos alimenticios no es una solución sostenible para la crisis climática, energética y de pobreza. Introducir los cultivos de alimentos en los coches, combinado con la especulación financiera en los productos alimentarios básicos ha forzado el aumento de los precios, ha tenido consecuencias como acaparamiento de tierras (land grabbing) y amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas en países en vías de desarrollo además de tener un impacto negativo sobre el clima. Particularmente, las selvas tropicales ricas en biodiversidad están siendo taladas y quemadas para dar paso a plantaciones destinadas a combustibles e ingredientes alimentarios.

La UE no debe exacerbar aún más estas tendencias promoviendo el uso de terrenos agrícolas para combustible. Tenemos que abandonar por completo el uso de cultivos de alimentos para combustible. En cambio, debemos centrarnos  en modelos de transporte más sostenibles, incluyendo mayor eficiencia para los automóviles y combustibles a partir de productos de desecho.

MEJOR COMIDA, MEJOR VIDA

Nuestra cadena alimenticia está funcionando mal. La agricultura industrial, basada en pesticidas, monocultivos y un uso excesivo de antibióticos, está creciendo a costa de nuestra salud, del medio ambiente e incrementando el sufrimiento de los animales. Los recurrentes escándalos alimentarios han hecho que los consumidores estén justificadamente inseguros acerca de lo que comen o de su procedencia.

Los verdes queremos promover una alimentación sostenible, saludable, sabrosa y ética en lugar de comida insípida y estandarizada diseñada únicamente para lucir bien en las estanterías de los supermercados. Esto significa fomentar cadenas de producción a nivel local, la agricultura ecológica y los productos de comercio justo de países en vías de desarrollo. Hemos tenido éxito en la lucha contra varias prácticas engañosas y en la mejora del etiquetado de nanoingredientes y país de origen. Vamos a seguir exigiendo una mayor transparencia en el etiquetado de alimentos. Con Europa desperdiciando unos 90 millones de toneladas anuales de alimentos, queremos también una acción para reducir los residuos alimentarios. Hemos puesto en marcha una revolución alimentaria para aumentar la conciencia pública, el compromiso personal y la democracia participativa en la determinación y mejora de las políticas alimentarias en toda Europa.

REVERDECIENDO LA AGRICULTURA

El Parlamento Europeo tiene ahora igual responsabilidad en la Política Agraria Común. Es hora de que nuestra agricultura sea respetuosa con el clima, sostenible, profundamente justa y equitativa. Queremos agro-sistemas resilientes, biológicamente diversos, saludables y vigorosos, que no sólo se adapten al cambio climático sino que lo moderen.

Queremos ver un sistema que permita una distribución mucho más justa de los fondos públicos, incluyendo el apoyo a pequeños agricultores, agricultura ecológica, agricultores convencionales que quieran reconvertir sus métodos de producción y a la producción y venta local, que sitúa a los agricultores más cerca de los consumidores.

Los agricultores se merecen un precio decente por sus productos y no se debería permitir que las empresas compradoras de productos agrícolas reduzcan los precios al productor por debajo de niveles sostenibles.

Hemos de aumentar la fertilidad del suelo, reducir drásticamente el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, eliminar las perjudiciales subvenciones a la exportación y alejarnos de la agricultura industrial intensiva. Continuaremos con nuestra campaña para el acceso equitativo y sin restricciones al material de reproducción vegetal y en contra de las patentes de plantas y animales. Nos oponemos a la privatización adicional de semillas y material vegetal en las normas de la UE sobre semillas y vamos a seguir luchando contra el control corporativo de la industria de semillas que hace los agricultores dependientes de la semilla diseñada específicamente para su uso con fertilizantes químicos y pesticidas, en lugar de permitirles guardar y reproducir sus propias semillas y adaptar sus cultivos a las cambiantes condiciones locales.

NO A LOS OGMs (ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS)

Hemos sido coherentes en nuestra oposición a los organismos genéticamente modificados en la alimentación y en la agricultura y en nuestro apoyo a una Europa libre de transgénicos. Los verdes seguiremos al frente de la lucha por una alimentación libre de transgénicos y contra el cultivo de OGMs aquí, junto con la prohibición de la importación de transgénicos para piensos animales. Debemos insistir en el derecho de hacer nuestras propias normas e imponer el etiquetado OGM obligatorio. Los consumidores europeos tienen derecho a saber la composición de sus alimentos y su procedencia. Cualquier investigación sobre OGMs debe limitarse a evaluaciones de impacto, incluyendo el flujo de genes y la contaminación cruzada.

MÁS PECES EN EL MAR

Los verdes hemos jugado un papel importante en el impulso de una Política Pesquera Común. La política de devolver los peces no deseados al mar resultó ser un desperdicio masivo de comida y dinero y queremos reducirlo. Los bancos de peces estarán mejor gestionados, y la capacidad de la flota, mejor regulada. Entonces los consumidores podrán ver no sólo de dónde procede el pescado sino también cómo fue capturado. Queda mucho por hacer para implementar estas reformas y asegurarse que no tienen fallos. Seguiremos nuestra lucha por un mejor control sobre la pesca intensiva, actividad que es altamente contaminante, y en especial, por un trato más justo a la pesca local y a pequeña escala, dentro y fuera de Europa.

PROTECCION ANIMAL

Somos bien conocidos por nuestro compromiso con la protección animal, y los verdes en el Parlamento Europeo están a la cabeza en iniciativas que garanticen unos principios de bienestar cada vez más importantes para cualquier ser viviente. Necesitamos salir urgentemente de la agricultura industrial, que posee un historial espantoso en relación con el bienestar animal y el uso intensivo de antibióticos.

Hemos liderado la lucha contra la excesiva experimentación animal y continuaremos haciéndolo. Queremos reducir drásticamente el tiempo de transporte de animales y acabar con las exportaciones de animales vivos. A nivel Internacional, la UE debe ser más enérgica en la lucha contra el tráfico de fauna silvestre y en la protección de mamíferos marinos, prohibiendo los productos de foca. Apoyamos la prohibición de las granjas peleteras.

EUROPA EN EL MUNDO

A menudo, la UE ha sido un jugador reticente en la política global, reaccionando más que actuando y haciendo frente a muchas dificultades para establecer posiciones comunes. Queremos que la UE establezca unos valores comunes en la política exterior y que juegue un importante papel internacional, abordando las causas estructurales de la pobreza promoviendo la justicia global y la solidaridad, la paz y la defensa de los bienes comunes globales. En el actual contexto de poder global cambiante, de aumento mundial de las desigualdades, de cuestionamiento de la universalidad de los Derechos Humanos, la pasividad no es de ningún modo una opción.

Queremos que la UE tenga una sola voz común en materia de política exterior y seguridad. Hemos tenido signos positivos en esta dirección en la cuestión de Kosovo y Serbia, y de Irán. La UE debería buscar fuertemente asociarse con países del «sur global», con el objetivo de reducir las desigualdades en y entre las sociedades de estos países a través de la cooperación al desarrollo. La UE y sus socios necesitan trabajar conjuntamente para encontrar soluciones a problemas como el cambio climático, la proliferación nuclear o los conflictos locales en todo el mundo, así como al inaceptable saqueo de recursos naturales en numerosos países, particularmente en el sur global. Esa cooperación no será creíble si no es democrática, responsable, transparente y basada en principios universales.

Queremos que la UE respalde una gobernanza multilateral mundial, fortaleciendo y reformando el papel de Naciones Unidas, el imperio de la ley y la responsabilidad de proteger. Consideramos la adopción de la “Responsabilidad de Proteger”, concepto de NN.UU. como un progreso, pero la UE tiene que hacer su contribución para perfeccionar y reforzar las normas para su aplicación. Se debe dar prioridad al manejo de los conflictos civiles. En los últimos años la seguridad energética se ha convertido en una de las principales prioridades de La política exterior de la UE. La excesiva dependencia de gas y petróleo hace a la UE corrompible e influenciable en las manos de los autócratas que controlan los suministros de hidrocarburos de Europa. Debemos cortar este peligroso y tóxico vínculo.

DERECHOS HUMANOS Y ERRADICACIÓN DE LA POBREZA

Gracias a la presión ejercida por los verdes, la UE, para mejorar la imagen de su política sobre Derechos Humanos, nombró a un Representante Especial de Derechos Humanos. Las instituciones de la UE deberían incorporar los Derechos Humanos en sus políticas exteriores, incluido el comercio. Debemos cumplir nuestras promesas cuando nos piden que ayudemos en casos de catástrofe. Esto incluye un fuerte compromiso con los principios humanitarios básicos: humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad. La UE ha de ser más eficiente, tener más voz en el control del imperio de la ley, de la libertad y de los Derechos Humanos, incluyendo derechos socio-económicos y medioambientales dentro y fuera de sus fronteras. En particular, la UE deberá estar a la vanguardia de la creación de normas jurídicamente vinculantes sobre  Responsabilidad Social Corporativa.

La UE y los Estados miembro deben ponerse de acuerdo en relación con su complicidad en detenciones secretas y ejecuciones extrajudiciales, incluida la plena rendición de cuentas por las violaciones de los Derechos Humanos cometidos en el programa de entregas extraordinarias de la CIA. La «guerra contra el terror” debe terminar formalmente. Todos los Estados miembro deberían ratificar las enmiendas a los Estatutos de la Corte Penal Internacional, lo que permitiría el enjuiciamiento de los líderes de Estado que empiezan las guerras de agresión.

La UE no ha hecho lo suficiente para implementar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre los que destacan la lucha contra la pobreza, el hambre, la destrucción medioambiental y la exclusión de la mujer. Debemos trabajar para apoyar los nuevos y firmes objetivos de sostenibilidad establecidos por la Conferencia de Río +20, que  fusionó la revisión de los ODM y el proceso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en un solo marco global y dio un nuevo conjunto de objetivos para erradicar la pobreza y promover el desarrollo sostenible a partir de 2015. Instamos a los Estados miembro a cumplir sus compromisos de destinar el 0,7% de PIB a la cooperación al desarrollo. Del mismo modo, una prioridad absoluta de la agenda de desarrollo de la UE debe ser la lucha contra la corrupción, el lavado de dinero, los paraísos fiscales, los flujos financieros ilícitos y las perjudiciales estructuras fiscales.

POLÍTICA DE SEGURIDAD DOMESTICA

Existe una clara necesidad de mejorar la cooperación policial y judicial, especialmente en la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, incluidas las asociaciones de la mafia, y el crimen económico y medioambiental. Sin embargo, al hacerlo La UE y sus Estados miembro deben prevenir la estigmatización de los migrantes y de las minorías. Es necesario reforzar los mecanismos de pesos y contrapesos para que los servicios policiales y de inteligencia se ajusten a la necesaria y proporcionada acción que se les exige para mantener a la ciudadanía europea a salvo.

TRABAJANDO POR LA PAZ

Este año se conmemora el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial. La UE fue creada para garantizar la paz después de guerras devastadoras, sustituyendo la confrontación por la cooperación. Los verdes quieren que la UE promueva activamente la no violencia y la cultura del diálogo, la mediación, la reconciliación y la cooperación. La UE ha desempeñado y puede seguir desempeñando un papel importante en la prevención de conflictos, resolución de conflictos civiles, desarme, control de armas y la creación y mantenimiento de la paz. La UE también debería fortalecer su función humanitaria, por ejemplo cuando se trata del despliegue de hospitales temporales para ayudar a aliviar el sufrimiento de la población en situaciones como las guerras civiles. El concepto de seguridad humana debe estar en el corazón de la acción exterior de la UE. También creemos que la UE debe ayudar a la ONU a reforzarse con herramientas más eficientes de desescalada y – si es necesario –de pacificación. Es importante reforzar ahora el control parlamentario de las operaciones militares de la UE, dando al Parlamento Europeo un papel en la toma de decisiones.

Gracias a los verdes, una parte importante del presupuesto de la UE se va a gastar en la prevención de conflictos a través del Instrumento de Estabilidad y Paz. También hemos apoyado la idea de un Cuerpo de Paz de la UE y la creación de un Instituto Europeo de Paz. Nos oponemos a la financiación de la investigación militar con cargo al presupuesto de la UE, como es el caso del desarrollo de aviones no tripulados “drones” europeos o a que Europa sea un almacén nuclear.

Vamos a seguir luchando por el desarme nuclear a nivel mundial y en Europa por medidas concretas para un Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva. Los verdes también queremos prohibir armas tales como municiones con uranio empobrecido y fósforo blanco. Las inversiones de bancos europeos, fondos de pensiones, compañías de seguros y otros en empresas que producen minas terrestres y bombas de racimo tienen que ser también prohibidas. El comercio europeo de armas, incluida la tecnología de vigilancia, está exportando inseguridad a zonas como el Medio y el Lejano Oriente. Los verdes queremos reducir este comercio e impedir la exportación de armas que podrían utilizarse contra movimientos de liberación y protestas de la sociedad civil.

Los asesinatos selectivos extraterritoriales fuera del conflicto armado por aviones no tripulados y por otros medios han roto las barreras de las normas legales establecidas. Queremos ver a la UE comprometerse con otros miembros de la ONU para lograr una prohibición mundial de este tipo de actos que deben ser considerados crímenes según el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, así como para detener el uso de sistemas de armas letales totalmente automatizados.

LUCHANDO POR POLÍTICAS JUSTAS DE ASILO Y MIGRACIÓN

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que en 2013 hubo casi 40 millones de personas desplazadas en el mundo, de los cuales casi la mitad son refugiados fuera de su propio país. La ONU indica que 200.000 de estos refugiados necesitan urgentemente ser reasentados cada año, pero sólo la mitad de ellos encuentran un nuevo hogar. Y lo que resulta más preocupante: sólo 4.500 están reasentados en la Unión Europea, en comparación con 80.000 por año en EE.UU. Miles de personas mueren cada año en las fronteras externas de Europa, debido a los controles cada vez más estrictos y porque los medios para entrar legalmente a la UE siguen siendo limitados. La UE tiene el deber de garantizar que estas personas puedan buscar protección. Necesitamos más esfuerzos para establecer un sistema de asilo que merezca tal nombre. La Agencia Fronteriza Europea FRONTEX es el agente equivocado para ello y los Estados miembro están violando los Derechos Humanos en sus políticas fronterizas. Necesitamos un mayor esfuerzo de la UE, así como de los Estados miembro, una mayor coordinación de los rescates en el mar y necesitamos vías legales y seguras para permitir la entrada, por ejemplo con visados humanitarios. Tenemos que deshacernos de las normas vigentes (el Reglamento de Dublín), que obliga a los refugiados a pedir asilo sólo en el país por donde entraron a la UE. En nuestras relaciones exteriores, así como en nuestro comercio y políticas de desarrollo, debemos abordar las cuestiones que obligan a las personas a emigrar. Los verdes hemos tenido éxito en la lucha por la creación de un Programa Conjunto de Reasentamiento, así como de fondos para reasentamiento de emergencia de los refugiados que se enfrentan a crisis humanitarias. Los Estados miembro de la UE deben hacer siempre todo lo que puedan para hacer pleno uso de estos fondos y mostrar solidaridad, no sólo entre sí, sino también con las regiones vecinas con problemas.

TOMANDO DELANTERA AL CAMBIO CLIMÁTICO

Durante muchos años la Unión Europea ha jugado un papel positivo en las negociaciones internacionales climáticas, pero recientemente, este rol ha desaparecido. Es una de nuestras principales preocupaciones en política verde exterior, hacer que Europa sea de nuevo un actor principal contra el cambio climático y la degradación medioambiental. El cambio climático ya causa daños y sufrimiento por todo el mundo. Mucha gente ha dejado su tierra y se han convertido en refugiados climáticos, por la desertización, erosión del suelo, fuertes lluvias o subida de los niveles del mar. Queremos ver el concepto de refugiados climáticos incorporado en la ley internacional. Por ello la UE debe desempeñar un papel líder en la migración climática en las instituciones internacionales y a nivel interno. Debe aumentar su apoyo a la mitigación del cambio climático y a la adaptación. La financiación climática juega un papel clave para los países en desarrollo y los verdes mantendremos en la UE sus promesas y su responsabilidad. Este tipo de financiación debe ser nueva y adicional a las ayudas al desarrollo existentes. También abogamos por la transversalización de la perspectiva  medioambiental en el desarrollo de proyectos que promuevan una moderación del cambio climático y estrategias de adaptación.

PERSIGUIENDO UNA POLÍTICA COHERENTE DE AMPLIACIÓN Y VECINDAD

Los verdes nos adheremos a la política de ampliación de la UE. La UE debe estar abierta a nuevos miembros, siempre que cumplan los criterios de adhesión. Apoyamos el punto de vista de la adhesión a la UE para todos los países de los Balcanes Occidentales. Los verdes queremos acelerar las negociaciones justas y creíbles con Turquía. La Unión Europea tiene que desempeñar un papel vital en su vecindad inmediata con el fin de fortalecer la estabilidad y la democracia. Queremos fortalecer la Alianza Oriental, y específicamente nuestro compromiso con países como Ucrania, Georgia y Moldavia. Esto significa afirmarse como un socio honesto y de principios con nuestros vecinos.

La UE debería trabajar con la sociedad civil, concediendo asilo y apoyo a los defensores de la libertad y la democracia y concediendo becas a la juventud de nuestros países vecinos. Queremos que la UE se centre en la transformación de la vecindad en el Mediterráneo y en el Este de Europa y para apoyar eficazmente  los esfuerzos de reforma en estos países. Por otra parte, la UE debería fortalecer su asociación con otras organizaciones regionales existentes de África, Asia y América Latina.

POR UNA POLÍTICA DE COMERCIO JUSTA

La UE es una potencia mundial en comercio. El Parlamento Europeo tiene un papel importante en las relaciones comerciales europeas, porque puede vetar tratados comerciales, como hizo con ACTA. Pero necesitamos más transparencia durante las negociaciones comerciales y una cooperación efectiva entre Europa y los parlamentos nacionales en estas cuestiones. Los verdes estamos a favor de un orden multilateral del comercio, pero el comercio debe apoyar, no dificultar, el desarrollo de los países más pobres y la transición a un modelo verde, social, equitativo y democrático. Esto incluye la apertura del comercio de la UE con países menos desarrollados, la reforma sustancial de la OMC para hacerla más favorable al desarrollo y subordinar las reglas del comercio a los derechos humanos, sociales y medioambientales. El comercio debe ser justo y no socavar el modelo social de la UE.

Actualmente, varios acuerdos comerciales bilaterales de la UE están siendo negociados, en particular el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP) o Tratado de Libre Comercio e Inversión con los Estados Unidos. Los verdes nos oponemos a la falta de transparencia de estas negociaciones, donde importantes decisiones democráticas están en la agenda. Los verdes no solo defendemos el medio ambiente, salud, agricultura y alimentación, consumo y estándares de trabajo, intereses públicos y protección de datos sino también la posibilidad de reforzarlos para implementar el New Deal Verde. Nos oponemos a que los productos biotecnológicos y tóxicos financieros comercializados en Estados Unidos sean aprobados automáticamente en Europa. Nosotros dibujamos líneas rojas claras en contra de la debilitación de la legislación de la UE. Rechazamos permitir que empresas privadas puedan influir en gobiernos democráticos para proteger sus propios intereses corporativos por encima de los sociales. Nos movilizaremos en contra de cualquier acuerdo que no respete estos principios y por tanto nos oponemos al TTIP actual.

POR UNA DEMOCRACIA MÁS FUERTE

 

Mas democracia, no menos. Esa es la respuesta a la crisis. Estructuras como la Troika son fundamentalmente antidemocráticas. Creemos que para legitimar una mayor cooperación Europea en el futuro necesitamos más participación ciudadana, más rendición de cuentas y más transparencia. Esto se traduce en que los v

erdes estamos trabajando en mejorar la transparencia en todos los procesos de toma de decisiones, desde la Comisión hasta los gobiernos de los Estados miembro, a través de las instituciones de la UE. Pero, y esto es aún más importante, trabajamos por el derecho de la ciudadanía a determinar el futuro de la Unión Europea incrementando los canales de participación en el proceso legislativo.

SIN IGUALDAD DE GÉNERO NO HAY DEMOCRACIA

Democracia de género significa que las mujeres formen parte de la vida pública de nuestra sociedad y tomen decisiones en nuestras instituciones y empresas en igualdad de términos que los hombres. Los verdes creemos que la UE debería responder a este reto asegurando esta igualdad transversalmente en todas sus políticas. Apoyamos las medidas de la Comisión para establecer una cuota mínima de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas, aunque a este ritmo, tardaremos más de 50 años en conseguir que el 40% de los miembros de los consejos de administración de las empresas europeas sean mujeres. Por ello, demandamos una cuota que permita alcanzar este objetivo antes de 2020.

Para conseguir la igualdad, creemos que la UE debe adoptar políticas más exhaustivas contra la violencia de género, incluyendo legislación europea en forma de una directiva que proponga medidas basadas en la prevención, protección y sanción para controlar la violencia contra las mujeres en los Estados miembro. La Convención de Derechos Humanos de la UE obliga a todos los países de la UE a considerar un crimen la violación y la violencia sexual en el ámbito del matrimonio y las relaciones íntimas informales.

LA CIUDADANÍA TOMANDO DECISIONES

Queremos reforzar las oportunidades para la ciudadanía europea de influir en la toma de decisiones. Queremos trabajar por una democracia más participativa. Los verdes ayudamos a introducir la Iniciativa Ciudadana Europea que permite a la ciudadanía solicitar a la Comisión Europea hacer propuestas legislativas. Es la hora de dar el siguiente paso. Queremos mejorar esta iniciativa, ampliando su campo de acción y haciéndola más accesible. También queremos crear la bases legales para la celebración de referéndums a escala europea. Allá donde los ciudadanos están siendo privados de sus derechos, y el sistema judicial del país no les protege deberían poder acudir colectivamente al Tribunal de Justicia de la UE. Continuaremos luchando decididamente contra los firmemente establecidos y bien financiados lobbies como la industria agroquímica o las enormes corporaciones del sector de las semillas. Abogamos por la soberanía alimentaria, donde la ciudadanía puede tomar el control sobre lo que come y puede crear una producción alimentaria justa y sostenible.

FORTALECER EL PAPEL DE LOS PARLAMENTOS

Al elegir a los miembros del Parlamento Europeo, los ciudadanos adquieren voz en cuanto a cómo se tratarán en dicho parlamento asuntos cruciales, desde el cambio climático a regulación bancaria o desde la política con las personas refugiadas al desempleo juvenil. Queremos dar al Parlamento Europeo un rol más importante, especialmente en la gestión de crisis y la política económica. Debería dársele la capacidad de codecidir las prioridades de la coordinación de la política económica. Queremos que se reduzca la edad de voto para el Parlamento Europeo a 16 años, y que se puedan formar listas transnacionales.
El creciente papel que el Tratado de Lisboa otorga al Parlamento Europeo debe ejercerse con responsabilidad, y no influenciado por los intereses de los lobbies. En el Consejo también se necesita más rendición de cuentas y más transparencia, por ejemplo publicando los resultados de las votaciones.

Para conseguir un debate más amplio y abierto acerca de este tema, es necesario que los parlamentos nacionales tengan un papel más responsable en el ejercicio de un mejor control sobre las acciones de sus gobiernos nacionales en los asuntos europeos. También queremos ampliar la capacidad de reacción de los parlamentos nacionales en casos en que la UE se exceda en su autoridad al no respetar el principio de subsidiariedad. Los parlamentos nacionales también deberían tener más vías de cooperación con el Parlamento Europeo. En todos los niveles de gobierno, desde el local al regional, el nacional al europeo, apelamos a interactuar en torno a sinergias para articular mejor las políticas europeas y su implementación en las realidades regionales y territoriales.

LUCHA CONTRA EL FRAUDE Y LA CORRUPCIÓN

La UE necesita una política anticorrupción mas fuerte, e instrumentos más efectivos para la lucha contra el crimen organizado para fortalecer la democracia y el imperio de la ley, pero también para fortalecer la economía europea. La corrupción entre los funcionarios o miembros del Parlamento Europeo en sus relaciones con los lobbies debe ser duramente castigada. Las grandes empresas todavía tienen demasiada influencia en la Comisión. Casi el 80% de los expertos y representantes sectoriales designados por la Comisión representan intereses corporativos, a pesar del compromiso por cambiar. Los verdes también luchamos para acabar con el problema de las puertas giratorias, a través de las cuales altos cargos públicos y políticos de la UE pasan a trabajar para las empresas que antes se encargaban de regular. Queremos proteger a la democracia de la corrupción con reformas legislativas de calado que exijan transparencia en la financiación de los partidos políticos, candidatos y campañas electorales. Queremos otorgar al Tribunal Superior de Justicia y al Tribunal de Cuentas Europeo instrumentos más eficaces para el control del uso de los recursos de la UE para luchar contra la corrupción, tanto a nivel europeo como en los casos de problemas más serios en un Estado miembro.

MÁS RECURSOS PROPIOS PARA EL PRESUPUESTO DE LA UE

El presupuesto de la UE debe incrementarse y basarse principalmente en un sistema de recursos propios, por ejemplo con un impuesto sobre el carbón o la energía, para reducir la dependencia de las aportaciones de los distintos países. En las negociaciones entre Estados, a menudo el bien común se deja de lado como por ejemplo en las negociaciones para el presupuesto de 2013 que fueron incapaces de dar como fruto un marco político eficaz para enfrentarse a la crisis. Los verdes llevamos mucho tiempo luchando duramente por conseguir más transparencia y rendición de cuentas en la elaboración de los presupuestos de la UE. Ahora sugerimos también más participación: la ciudadanía podría tener el derecho a participar en los proyectos piloto e iniciativas que vayan a proponerse para su aprobación al Comité de Presupuestos del Parlamento Europeo.

UNA CARTA DE DERECHOS DIGITAL

En el Parlamento Europeo, los verdes estamos a la cabeza de la lucha por los derechos digitales. Ayudamos a frenar el tratado ACTA y perseguimos una ley de protección de datos europea fuerte y una neutralidad de red estricta. Es la hora de dar el siguiente paso y proteger la ciudadanía europea e internet de la vigilancia generalizada de gobiernos y empresas y salvaguardar los derechos civiles en la era digital. La información personal pertenece a las personas y no a empresas y gobiernos. La privacidad ha de ser respetada. La ley de retención de datos, que obliga a empresas de telecomunicación a guardar la información acerca de con quién se comunican las personas es un grave error y debe eliminarse. Los gobiernos han de acatar sus propias leyes. Aunque la seguridad nacional es importante, no debe anteponerse a las libertades individuales. Los gobiernos deben garantizar que las agencias nacionales de seguridad trabajan trabajan para la ciudadanía y para garantizar su libertad.

MANTENER EL IMPERIO DE LA LEY

La Unión Europea está fundada en los valores de respeto a la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, el imperio de la ley y el respeto a los Derechos Humanos. Los verdes no hacemos concesiones en cuanto a Derechos Humanos. El pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la igualdad entre hombres y mujeres deben prevalecer. El número de mujeres en las instituciones europeas es escaso y en  muchos Estados miembro muchas personas son discriminadas por distintos motivos. Los verdes lucharemos para conseguir políticas anti-discriminación que acaben con esta injusticia y venimos defendiendo desde hace tiempo que se deben extender las directivas anti-discriminación para dar forma a una Directiva de Igualdad plena y sólida.

Para que nuestros derechos democráticos sean reconocidos y defendidos, necesitamos mantener intacta la integridad del imperio de la ley, tanto a nivel Europeo como a nivel nacional. La UE no dispone de instrumentos efectivos de control y sanción para la violación de nuestros valores en los Estados miembro. Por esto, los verdes hemos sido los primeros en reclamar la creación de una Comisión de Copenhague según lo previsto en los tratados de la UE y la Convención Europea de Derechos Humanos, para garantizar que las condiciones democráticas que se le ponen a un Estado que solicita acceder a la Unión, no caen en situaciones de  autoritarismo o clientelismo una vez que ya se es Estado miembro.

Las actuales limitaciones a la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea han de eliminarse para que la larga lista de garantías que ofrece al ciudadano se lleven a la práctica. Los derechos sexuales y reproductivos son elementos esenciales de la dignidad humana. Los verdes defendemos el derecho de auto-determinación sobre nuestros propios cuerpos.

UNA REFORMA DEMOCRÁTICA Y VERDE DE LA UNIÓN EUROPEA

La democracia nunca está acabada o completa. El cambio climático y la globalización son dos retos que hemos de superar a través de mejorar la toma de decisiones común. El Partido Verde Europeo está convencido de que el actual marco institucional de la UE no está a la altura de los problemas a los que se enfrenta la Unión Europea. El desarrollo de la Eurozona y la unión bancaria ponen de relieve que necesitamos reformas democráticas adecuadas que fortalezcan la legitimidad, transparencia y eficiencia de las instituciones europeas también en estas áreas. Los verdes abogamos por una revisión de las competencias entre los distintos niveles de gobierno en la UE. Esto significa que, por ejemplo, la UE debería tener competencias sobre política impositiva y social en donde al Parlamento Europeo comparta el poder legislativo.

Nuestras propuestas para más democracia, más transparencia y más rendición de cuentas a nivel de la UE, requieren un claro cambio en el funcionamiento de la propia Unión. El Parlamento Europeo debería tener iniciativa legislativa. Europa no puede esperar a que los líderes de los Estados miembro y sus gobiernos tomen la iniciativa, que solamente llevará a un control todavía más tecnocrático. Un ejemplo claro: El Parlamento Europeo quiere poder decidir sobre si quiere una única sede, y acabar con el tener que moverse entre Bruselas y Estrasburgo. Nosotros los verdes pensamos que sí, así como la mayoría de la ciudadanía europea. El Parlamento Europeo necesita más poderes en la co-decisión legislativa mientras el derecho a veto de los gobiernos nacionales debería ser limitado. Otras decisiones, sin embargo, deberían tomarse mucho más cerca de la ciudadanía.

El mandato y las responsabilidades de las instituciones europeas ante las autoridades locales y regionales, a los actores socioeconómicos y a la sociedad civil deben reforzarse. Por ello queremos una nueva Convención democrática con una fuerte participación parlamentaria y ciudadana, con un procedimiento completamente transparente o una Asamblea Constituyente para determinar el futuro de la integración europea. La ciudadanía europea debería tener la última palabra, a través de un referéndum en toda la UE.

EL PARTIDO VERDE EUROPEO

El Partido Verde Europeo (PVE) fue la primera familia política en evolucionar desde una federación de partidos a un partido a nivel europeo, en 2004. Nuestros miembros son cuarenta y cinco partidos verdes de toda Europa, pertenecientes o no la Unión Europea, apoyándose unos a otros para fortalecer las políticas verdes en todo el continente.
Estos son los partidos miembros del PVE (tanto miembros de pleno derecho, como miembros asociados y miembros candidatos) dentro de la Unión Europea hasta marzo de 2014:

Die Grünen (Austria), Ecolo (Belgium), Groen (Belgium), Zelena Partija (Bulgaria), Zelenite (Bulgaria), Cyprus Green Party (Cyprus), Strana Zelených (Czech Republic), Socialistisk Folkeparti / SF (Denmark), Eestimaa Rohelised (Estonia), Vihreät – De Gröna (Finland), Europe Ecologie – Les Verts (France), Bündnis 90/Die Grünen (Germany), Ecologoi- Prasinoi (Greece), Lehet Más a Politika / LMP (Hungary), Zöld Baloldal (Hungary), Comhaontas Glas (Ireland), Federazione dei Verdi (Italy), Latvijas Zala Partija / LZP (Latvia), déi gréng (Luxemburg), Alternattiva Demokratika – the Green Party (Malta), GroenLinks (The Netherlands), De Groenen (The Netherlands), Zieloni (Poland), Partido Ecologista – Os Verdes (Portugal), Partidul Verde (Romania), Strana Zelených (Slovakia), Stranka mladih – Zeleni Evrope (Slovenia), Iniciativa per Catalunya Verds / ICV (Spain), EQUO (Spain), Miljöpartiet de gröna (Sweden), Green Party of England and Wales (United Kingdom), Scottish Green Party (United Kingdom).