Por otro lado, el recrecimiento de Yesa supone un atentado contra las posibilidades de vida y de futuro de los pueblos afectados por las obras, especialmente para el futuro de Artieda. Un pueblo dinámico, vivo, con población joven, con relevo generacional en el sector agroganadero, que se ve gravemente amenazado por un proyecto que expropia sus mejores tierras de cultivo, y que supone también un atentado contra su dignidad. El pasado 10 de octubre los vecinos de Artieda y personas solidarias con su causa nos concentramos dentro de su término municipal para oponernos a esas expropiaciones, negándose los propietarios a firmar un documento que supone la pérdida de sus tierras por cuatro perras que nadie quiere recibir. Un acto simbólico por la dignidad de un pueblo, un acto pacífico pero firme, dejando claro que si quieren expropiar lo tendrán que hacer contra todo un pueblo. Como se pudo ver por las cámaras de televisión, sin que mediara actitud agresiva por parte nuestra ni contra los funcionarios ni contra las fuerzas de seguridad, recibimos una carga policial injustificada e inesperada, y todo ello para realizar un acto de trámite, sabiendo que el derecho español contempla que de oficio se pueda continuar con el expediente expropiatorio, que ni siquiera se intentó llevar a cabo pues los funcionarios de la CHE se mantuvieron en todo momento a unos 200 metros, junto a la guardia civil. Ahora vemos como se va llamando a declarar a algunas de las personas concentradas, añadiendo más crispación y conflictividad a la situación.
Por ello, los colectivos de afectados por embalses y trasvases, reiteramos nuestra petición de dimisión del delegado del gobierno en Aragón por ser el máximo responsable de los cuerpos y fuerzas de seguridad en Aragón, y del Presidente de la CHE por su mala gestión del conflicto en torno al recrecimiento de Yesa.
Valentín Cazaña Maella
Presidente de COAGRET