¿A qué renunciaremos en la UE para acordar el TTIP?

Por Alejandro Aguilar

ttip_equoHoy, 25 de Abril , se celebra en Nueva York la 13ª ronda de negociaciones del TTIP ( el Tratado de Comercio e Inversiones entre la UE-EEUU). La 12ª ronda de negociaciones deja la percepción de haber grandes escollos a los que la Comisión Europea le está costando trabajo superar. Estos son sobretodo la apertura de mercados, la contratación pública y las denominaciones de origen, entre otros.

Según fuentes de la comisión negociadora europea, este tratado quiere finalizarse antes del fin de la legislatura de Obama, es decir, a principios del 2017. La amenaza, tanto de Sanders como de Trump, y las elecciones en Francia y Alemania del año que viene, hace que haya que aumentar la velocidad para llegar a un acuerdo entre las partes. Sin embargo, cada una de ellas encuentra muy difícil conseguirlo. Esta cuestión es muy preocupante, ya que un tratado de este calibre, con los aspectos sociales que conlleva (incluido los medioambientales) no puede ser negociado con prisas.

¿A qué renunciaremos en la UE para acordar el TTIP?

En el estudio del TTIP tienes que tener en cuenta al TPP (el acuerdo Transpacífico acordado entre EEUU y once países más). El que EEUU tenga que mantener la coherencia entre el TPP y el TTIP deja poco margen de maniobra de negociación. Los diputados del Parlamento Europeo se reunieron con activistas de Estados Unidos durante la 12ª ronda de conversaciones a mediados de febrero, los cuales se apresuraron a advertir que la lucha por el TPP está lejos de terminar, y es probable que tenga un profundo impacto en las conversaciones TTIP.

«Hay una gran lucha en el Congreso sobre el TPP«, explicó Sharon Treat, ex-legisladora del estado de Maine, ahora miembro de la Comisión Ciudadana de Política Comercial de Maine. «Y esa lucha va a establecer el escenario para TTIP«. Treat señaló que los 20 años de convivencia con el acuerdo comercial NAFTA y las pérdidas de empleo que siguieron en muchos estados como Maine, no son algo que los demócratas han olvidado fácilmente. «Muchas de las cuestiones de las que se quejan en el TPP ya forman parte de las negociaciones TTIP«.

Según activistas estadounidenses, la nueva propuesta, que la UE hizo a EEUU, para sustituir el sistema de controversias inversor-estado (ISDS) por el ICS (Investment Court System) no tendrá mucho éxito, ya que no ha sido bien recibido por el representante de Comercio de EEUU. El sistema con el que quieren continuar la negociación es el logrado en el TPP, y ese no es otro que el ISDS, muy criticado en Europa por dejar en manos de sectores privados la justicia paralelamente a los tribunales públicos. ¿Renunciaremos en la UE a que la justicia esté en manos de la soberanía de los estados miembros?

Otro aspecto que viene vendiendo últimamente la Comisión Europea a nuestras empresas es la apertura de mercados en EEUU por la bajada de aranceles por parte de EEUU ( y Europa, claro). Sin embargo, lo que no nombran es que el senado de Estados Unidos deliberó recientemente permitir a la administración poner fin a un memorando de entendimiento en 2009 sobre importación de carne de vacuno libre de hormonas de Europa, lo que puso fin a décadas de medidas arancelarias retorcidas sobre productos europeos. Poner fin a este memorando supondría que EEUU podría subir los aranceles a nuestro vino o a nuestro aceite, por ejemplo. Un movimiento extraño por parte del senado estadounidense cuando se pretende llegar a un acuerdo con la UE.

Otra de las características con las que la Comisión Europea intenta endulzar el TTIP a nuestras empresas son que las denominaciones de origen se respetarán. Sin embargo, aunque está trabajando en ello, EEUU es un férreo opositor de las denominaciones de origen y, de hecho, han sido prohibidas en el TPP. Unas visiones contrarias muy enquistadas y las prisas con las que se está negociando no solo hacen surgir preocupación, sino la pregunta de si se cederá en otros aspectos hasta ahora escondidos.

El éxito del I encuentro europeo de territorios libres de TTIP en Barcelona y las cerca de 100.000 personas que participaron en la movilización en Hannover con motivo de la visita de Obama hace ver que tendrán delante una oposición férrea de personas que luchamos por nuestros derechos y los de nuestro planeta.