El miércoles 6 de septiembre, las fiestas de Barbastro se vieron manchadas por las duras imágenes de un toro embistiendo repetidamente a varios cabestros. La escena, ya de por sí cruenta y salvaje, se ha terminado de viralizar al descubrir en la grada multitud de niños asustados. Son los momentos previos al supuestamente infantil “Corre chicos” y los menores no pueden evitar llorar viendo como el toro se ceba con los cabestros, uno de ellos ya derribado en el suelo.
Para Verdes Equo este tipo de festejos no deben tener cabida en nuestra sociedad, menos aún ante la presencia de un público infantil. Por este motivo, “demandamos la dimisión de la Concejala de Festejos y estudiaremos emprender acciones legales contra la organización del evento”. Silvia Mellado, coportavoz de la formación explica que “están estudiando la fórmula legal para implicar a la Fiscalía de Menores ante estos hechos, pues las familias que se encontraban presentes no sabían lo que iba a ocurrir en la plaza de toros. Lo sucedido va a ser un mal recuerdo para siempre para esos niños y niñas. Queremos conseguir que esto no vuelva a suceder”.
Además, Héctor Tejel, desde Verdes Equo lamenta la tibia respuesta de la empresa, desentendiéndose de los hechos al considerarlos lo “habitual” de “una desencajonada en la cual salen toros bravos”. Peores aún son las afirmaciones del alcalde de Barbastro, Fernando Torres, quién defiende a la empresa y se escuda en que no es “un acto de sadismo” ya que no había “seres humanos». Estas declaraciones sentencian a unos sucesos ya de por sí lamentables y certifican la falta de empatía del consistorio, tanto por las criaturas afectadas como por los niños y el resto de espectadores que tuvieron que presenciar la violencia. Desde Verdes Equo “exigimos que el alcalde se retracte y pida disculpas a las afectadas en el nombre del ayuntamiento, pues, de lo contrario, lo único que logra es dañar la imagen y marca de Barbastro”.
Recordamos que la ONU por medio del Comité de los Derechos del Niño ya llamó la atención a España por la presencia de menores en “festejos” taurinos, afirmando que se debería prohibir tanto su participación como su asistencia por el propio “impacto físico y mental negativo de la tauromaquia en la infancia y la adolescencia”.
Este tipo de “espectáculos” no representan al Aragón del 2023, si es que alguna vez lo hicieron, y deberían detenerse de inmediato.