El Consejo de Seguridad Nuclear ha dado el visto bueno con condiciones al dictamen que permitiría la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña. Este visto bueno llega, a pesar de que en todo este tiempo NUCLENOR no ha cumplido con los requisitos de seguridad y modificaciones de diseño de la central que le había requerido el propio CSN.
“Es inadmisible que, pese a que queda acreditado que Garoña no cumple las condiciones, se apruebe su reapertura” ha declarado nuestro coportavoz y miembro de la ponencia nuclear por Unidos Podemos, Juantxo López de Uralde, “Garoña es una central obsoleta y peligrosa, pero la industria nuclear la está utilizando de ariete para abrir la puerta al alargamiento de la vida de las nucleares. El hecho de que la central no haya realizado las modificaciones de diseño requeridas es motivo suficiente para que el dictamen fuera negativo, pero una vez más el CSN acomoda la legalidad a los intereses de las nucleares”.
Por 4 votos a favor y 1 en contra, el organismo ha aprobado el informe que abre la puerta a que la central pueda volver a entrar en funcionamiento, aunque la decisión final corresponde al Ministerio de Energía; cuyo titular Álvaro Nadal declaró ayer que antes de cualquier reapertura consultaría con las regiones, empresas y grupos ecologistas. Sin embargo, desde Unidos Podemos le recuerdan al ministro que hay una amplia mayoría parlamentaria que está a favor del cierre definitivo de esta vieja central obsoleta, y que llevarán a cabo las iniciativas parlamentarias necesarias para que así sea.
“La mayoría parlamentaria se ha mostrado una y otra vez contraria a la reapertura de Garoña, y el gobierno la está desoyendo. Ahora esa mayoría debe ponerse en acción para evitar la reapertura utilizando todas las vías a su alcance, por eso, si el Ministerio de industria decide seguir adelante con este disparate, vamos a proponer al resto de los grupos una ley que cierre definitivamente Garoña” ha concluido López de Uralde.
En este sentido, Josep Vendrell, diputado de En Comú Podem y portavoz de Energía del grupo confederal, ha insistido en que “para el oligopolio eléctrico las nucleares son una gran fuente de “beneficios caídos del cielo”, centrales que están sobradamente amortizadas y que, gracias a una mala regulación, reciben remuneraciones muy elevadas”.
Así, Josep Vendrell ha asegurado que “el debate sobre el futuro de las centrales nucleares es el debate sobre el modelo energético y económico al que queremos transitar. El Gobierno no puede resolver una cuestión tan trascendental como alargar el funcionamiento de las nucleares hasta los 60 años, con una simple orden ministerial. Y más cuando en el Congreso hay una mayoría claramente antinuclear que refleja una sociedad que también es claramente antinuclear”.
“Si el Gobierno toma la decisión de prolongar los permisos de las centrales nucleares, sin debate político ni acuerdo en el Congreso, el Pacto de Estado para la energía que dice proponer el ministro está muerto antes siquiera de empezar el diálogo, ha considerado Vendrell”.